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21/03/2015 Comentarios (0) Liderazgo y relaciones humanas

CONCHUDA!!

(este texto fue escrito el 11 de Septiembre del 2014, y elijo compartirlo ahora también en este espacio)

!CONCHUDA!

Nada llega por casualidad y todo llega en el momento exacto. No es casualidad que estas palabras lleguen a mí un 11 de septiembre, día del maestro en Argentina.

Ni pensaba escribir esto cuando empezó el día, pero sí sentía que respecto al día iba a postear. No imaginaba que este sería el anticipo de lo que les contaré en pocos días.

Los celos, la negación y de repente la claridad.

“! Conchuda!!!!  ¡NOOO Salgo!!  ¡Conchuda!!!”, Así le gritaba una nena de aproximadamente 8 o 9 años a mi madre, cuando ella eligió luego de su jubilación, dedicarse a dar clases particulares a niños con ciertas complejidades.

Conchuda, no salgo! Y se pasaba toda la “clase” debajo de la mesa gritándolo, mientras mi madre, con un tono dulce, que para mí era producto de unos celos tremendos, la invitaba a subir a la silla y empezar a dibujar, a leer, a hacer.

No sé si  pasaron meses o un año, hasta que la niña (reservo su nombre) empezó de apoco a subir a la silla, tomar los lápices y animarse a trabajar.

Me recuerdo, viendo (entre el vidrio y la cortina que cubría la antigua puerta) sin entender que pasaba, consternado, sorprendido, celoso. La escena se repetía en cada clase durante una hora o más.

Jamás le vi levantarle la voz en ese periodo, solo eran palabras pacientes y dulces, “bueno fulanita, ¿vamos a hacer tal cosa o tal otra?” y así tooooda la tarde, aunque la respuesta siempre fuera la misma. “!Conchuda!!!!”.

Era extraño verla perder la paciencia a mi vieja.

Durante años conserve los tremendos celos que me producía que mi madre la haya dedicado su tiempo a estos niños (acá solo cuento un caso) y he reclamado a viva voz, en familia, en terapia y donde fuera, el tiempo no dedicado a mí.

¡Que conchudo que estuve siendo yo al reclamar todo eso de mi madre!!!!! No podía ver en ese momento el enorme aprendizaje que estaba recibiendo.

¿Cuál era la enseñanza? ¡La absoluta y autentica legitimación del otro!!!  ¡El NO juicio! El amor incondicional y la absoluta Fe (en este y en todos los casos de que “su alumna/o”) iban a progresar. Como así fue, porque con el tiempo y por varios años, fue la alumna de mi vieja. De llegar y sentarse en la mesa a estudiar, trabajar, hacer, o como le quieran decir.

Pues acá esta, acá llegó mamá. Acá llego el aprendizaje ma. Acá solté el ego y pude ver el alma. Acá llego el reconocer “donde estaba” el tiempo dedicado para mí y era a través del ejemplo. Acá llego el saber de dónde vengo y  de donde viene mi actual paciencia, mi paz, mi fuerza. De mi familia, de mis ancestros, de mis orígenes. Tomo la vida que me diste y hago algo bueno con ella. No me cansaré de incluir esa frase.

A ustedes que me están leyendo,  me gustaría decirles: Todo llega a su tiempo. La sabiduría nos espera, paciente y sin apuro. Está ahí, depende de nosotros abrir el corazón para tomarla.

Pues bien, si he de rendir honores al aprendizaje y tributo a lo recibido,  lo haré a la forma en que lo sienta.  La escritura, el hablar desde el corazón y el buscar inspirar, son una de las formas que encontré y que más auténticas mías siento.

Brindo por mi vieja que aún nos sigue dando enormes lecciones.

Brindo por el alma, que al darle autoridad, nos muestra lo que el ego nos estaba negando.

¡Feliz día del Maestro!!!

Lic. Emanuel Quadri

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