Si resentir estuviera bueno. ¿Porque a los recuerdos alegres no le decimos resentimiento?

¿Cuántas veces nos quedamos pegados a un sentir? ¿Cuántas veces nos apegamos a una emoción que estuvo, y que al no dejarla ir, la volvemos a sentir?
Eso es el re-sentir, es esa emoción que no soltamos, es esa situación que no aceptamos y que le damos el poder para que nos carcoma por dentro.
Aprendí que todo lo que intentás controlar, te controla a vos. El sentimiento que intentás controlar, entonces te controla. Te domina. Pasa a ser tu dueño.

¿Y dónde aplico esto? En la vida, en el trabajo, en la facultad, en una experiencia de emprendimiento o en cualquier relación humana y frente a cualquier situación, donde el sentir que haya despertado sea “negativo”.

 La pregunta quizás sea: ¿Si ya me dolió, elijo que me duela de nuevo? Eso es re-sentir, elegir que el dolor siga estando desde la no aceptación de que todo lo que sucedió es perfecto tal y como sucedió. No había otra forma mejor que sucediera, porque así es como nuestro ser eligió experimentar. Y si lo que no sucedió o sucede ya no me agrada, pues bien, lo que viene es una gran noticia: Puedo elegir de nuevo! Puedo elegir, al soltar, una nueva y mejor version de mi ser, de quien elijo ser, saliendo del acto reactivo para ir a la acción creativa.
¿Y qué hago con todo esto que viví? Suelto, agradezco porque ya pasó, miro la vida que tengo en este instante y me repito una y otra vez, hasta que no necesite repetirlo más. «Estoy en mi aquí y ahora, y en este instante voy a disfrutar de este instante. Estoy en mi aqui y ahora, y en este instante puedo volver a elegir quien soy, quien elijo SER».

Lic. Emanuel Quadri