Decir muerto de miedo es una redundancia

Conectarse con las emociones

05/03/2015 Comentarios (0) Desarrollo personal

ESTAR triste, no es SER triste

No estés triste: ! Cuantas veces dijimos o nos dijeron esta frase!, pero sobre todo cuantas veces nos la decimos a nosotros mismos.

A la diferencia entre “ser” y “estar”, la conocemos por separado, pero a veces, no le damos esa diferenciación en la conjunción de esta frase.

Estar triste, implica asumir que hay algo que no salió como queríamos, que no logramos colmar ciertas expectativas, que algo fuera de nosotros (físicamente hablando) sucedió, y nos afecta  (es decir en el afecto, en el amor, por ende en el sentir).

La naturaleza es sabia y entonces porque no creer que nos dio la emoción de la tristeza como una bendición, como una oportunidad de re-pensar-nos, de replantearnos, de hacernos preguntas, de reflexionar.  Si hay luz, hay oscuridad. ¿No será que podemos valorar la primera, luego de haber transitado la segunda?.

El enojo, siempre digo que es la respuesta a “lo que me falto”, es eso que en realidad es mío aunque responsabilice al otro. A la tristeza la asocio con la aceptación (que no es resignación), con el decir “Ya está, llegue a mi límite”, reconocer que hay un límite, “este es el límite” (aun así, sea el límite natural de no poder volver a alguien a la vida que conocemos).

La tristeza no es angustia. La angustia vive en el futuro que no se conoce, aunque creemos que sí.

Aprendí a que hay que permitirse estar triste cuando esa emoción llega. Paradójicamente diría que  hay que alegrarse por poder entristecerse, porque eso nos muestra la emoción en otro de sus puntos, porque nos permite reencontrarnos, y porque después de ahí, solo queda que elijamos la salida hacia adelante.  Si hay una enojo que resuelve, hay una tristeza que se resuelve. Dejarla estar, permitírsela vivir, y no enamorarse de ella, ni regodearse en su permanencia, creo que es la clave. Solo dejarla estar y mientras tanto ir transitando con FE el camino, para que cuando se vaya, nos deje más sabios, más alegres y más felices que cuando vino.

Lic. Emanuel Quadri

 

 

Deja un comentario

A %d blogueros les gusta esto: