Hoy me levante pensando en el niño interior.

El niño interior no esta dolido, el niño interior está dormido.
Lo mandamos a dormir cuando entramos en los primeros años de conciencia. Cuando supuestamente dejamos de ser inocentes. Ahí le decimos, y con poca dulzura, !!!A dormiiiir!!
Claro que el contexto colabora, como nosotros colaboramos actualmente con el niño interior de quienes nos rodean.
Pero, frente al  supuesto vacío que deja este adormilado ser, creamos un nuevo remplazante:
«El niño ego interior».
Y este se empieza a alimentarse de experiencias supuestamente reales. Empieza a capturar saludos, sonrisas y aplausos. Pero también, (y le encanta!!), empieza a capturar temores, miedos, supuestos desprecios, insultos, y esto, nuevamente lo afirmo… le encanta!! Le fascina!!!!! Y quiere más!! Y más! Porque en su propio temor, de volver a ser remplazado por quien él remplazó, supone que su supervivencia depende de alimentar su fuente energía: EL MIEDO.
Y allí y desde allí se dedica a capturar sin dudas, momentos incómodos, desencuentros, malestares, supuestos fracasos, y de más. Todo por una razón. Porque sabe que así, puede dominarnos.

Mientras tanto, el niño interior, el verdadero niño interior, el que esta en sintonía con el alma… Espera…tranquilo… sin apuro… consciente de que dispone de toda la eternidad. El, simplemente, espera.
Espera y duerme con una paz inimaginable ni en nuestras mas tranquilas noches de vigilia…
Él espera…

Hasta que un día… (subí el volumen de las palabras) !!el niño interior que inventamos, gordo e inmenso de miedo, no nos puede dar más respuestas a nuestro malestar!!. !!Hasta que un día al fantasma que creamos en nuestro interior, se le acaba el argumento de que los demás son los culpables de nuestro sufrir!!!…

Y ese día (dejame que te lo susurre), ese día comenzamos a despertar, ese día comenzamos a tomar consciencia, ese día le chistamos despacito al verdadero niño interior, al que no tiene heridas, porque sabe que nadie puede herirte, al que no tiene miedos, porque sabe que nada hay que perder, porque todo ya lo tenemos y para siempre. Al que solo ama, porque proviene de la luz, de la fuente, del lugar donde todo es amor, donde ya se vivió la experiencia de la obscuridad y ya se eligió por la paz. Ese día empezamos a despertar. Ese día iniciamos la ascensión al nuevo nivel de consciencia, ese día damos un primer paso a un lugar infinitamente inmenso e interminable.

Y ese día, queridos míos, empieza un viaje que se los deseo a todos. Un viaje de luz, de introspección, de amor, de sabiduría y de paz.

Ese día, mis queridos todos… Ese día, empezamos a vivir de verdad.

Con mucho amor, de mi para ustedes. Lic. Emanuel Quadri