Aprendí que es en el movimiento donde aparecen las preguntas y que ese movimiento debe ser sigiloso pero dinámico.
Escuché, en el silencio, las respuestas de preguntas que llegaron por el accionar, por hacer, por equivocarme, por fracasar (y decirme a mi mismo que esa palabra solo significaba aprender, pero no implicaba no volver a intentarlo).
Me moví, busqué, anduve y lo seguiré haciendo.
Encontré respuestas porque me hice preguntas. Muchas preguntas.
Me hice preguntas porque acepte recibir heridas.
Tengo heridas, porque elegí correr riesgos, tomar desafíos, asumir compromisos.
Hice todo eso y me acopié de experiencias.
Elegí vivir una vida divertida, experimentada y llena de inquietudes… Elijo seguir viviéndola así.
¿Vos ya pensaste como elegís vivir tu vida?
Emanuel Quadri