La Impaciencia

Re-Sentir

04/03/2015 Comentarios (0) Desarrollo personal, Emprendedorismo y estrategia, Liderazgo y relaciones humanas

¡No ser responsable es hermoso!

La sensación de no ser responsables de nuestra vida, es una sensación de letargo y somnolencia de las más hermosas que he conocido.

"La sabiduría llega con la experiencia y el sentir."

Nada tengo que preocuparme, pues total haga lo que haga, las cosas solo sucederán si el destino quiere, si dios (y está en minúscula a propósito) quiere, si alguien por afuera de mi quiere.
La pena de esa sensación es cuando el destino realmente nos obedece. Es decir, cuando nos muestra como real aquello en lo que creemos en nuestro interior más profundo.
La pena surge al ver y tocar que el destino elige darnos la espalda a lo que mentalmente decimos querer pero interiormente no creemos merecer. La pena estalla cuando creemos que es el destino el que nos hunde en la escasez  y el desamor. ¡Que malo es este destino!!! ¡Yo que confié en ti!! ¡Que malo es este Dios!! ¡Yo que dije amarte y creí que me amabas!!
Pero, paradójicamente cuando lo que llega es algo bueno, rápidamente decimos: «¡Y! ¡Me lo supe ganar!!”. “¡Con todo lo que trabajé, con todo lo que luché, con todo lo que hice, con todo lo que di!!»
Tal vez sólo se trate de amarse, de reconocerse y de ver reflejado a Dios en uno mismo y en los demás. Tal vez se trate de aceptar el reflejo que el otro nos devuelve (sin juzgarlo de bueno o malo) sino como reflejo….
Pero… ¡Esperen! Si hiciera esto empezaría a salir del sueño! ¡Del letargo! De creer que nada puedo hacer por mí y que hay una fuerza superior que todo lo controla, que todo ya lo escribió y determinó!

¡Esperen! Si aceptara esto, dejaría de ser un títere más de este juego cósmico y tendría que tomar el Joystick de la vida.

Aunque  sintiéndolo más, tal vez así se acabaría el sueño, pero tal vez así también así se acabarían las penas (que no es casual que así se diga también a una condena). Tal vez así se terminen las culpas y empiecen las responsabilidades.
¡Ya me estoy entusiasmando!! (Entrando en el alma). Ya me estoy sintiendo como cuando empieza un día y me tienta el ir a trabajar! Ya me estoy sintiendo vivo, despierto, volátil (por la capacidad de volar). ¡Ya me estoy sintiendo vivo!! Ya no me siento más dormido!!
!Uhhh! Que hermosa nueva sensación supe descubrir (sacarle el velo, recordar)!.

¡Que hermosa sensación dejo que se apodere de mí!! Que hermosa sensación dejo que me invada, que me trascienda!!!… La sensación de la vida, la sensación del amor, la sensación de que nada está escrito y que depende solo de mí, de mi alma, de mi ser, dibujar la vida que elijo vivir.

La sensación del amor supremo que está plagada de su más divina esencia, la de la libertad.

Lic. Emanuel Quadri

dibujar la vida

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